Windows 10 reformula sus actualizaciones: más ligeras y mucho más rápidas

Tener que esperar mucho rato para usar el PC será historia: Microsoft dice adiós a las actualizaciones de Windows 10 más pesadas, las llamadas delta, que dejarán de estar en el sistema operativo en febrero 2019.

Esto significa que a partir de esta fecha las actualizaciones de Windows 10 serán mucho más rápidas y fluidas. Esto será posible gracias al sistema que ahora usará Microsoft, llamado actualizaciones exprés, que funcionan de la siguiente manera: si Windows debe actualizar un archivo solo descargará la nueva parte de este con los cambios, a diferencia de las actualizaciones delta, que descargaban de nuevo todo el archivo con todas las actualizaciones acumuladas, lo que aumentaba mes tras mes el tamaño de dicho archivo.

A modo de ejemplo: tras la gran actualización de Windows de abril de 2018, algunos parches con mejoras ocupaban entre 100 o 200 MB, pero estos mismos parches con algunos añadidos pasados unos meses llegaban hasta los 1,2GB. En cambio ahora, con el sistema exprés, estos parches con mejoras menores ocuparán unos 150 o 200 MB por mes.

Así pues, ahora Windows 10 se actualizará más, pero lo hará en actualizaciones pequeñas que se descargan sin que nos demos cuenta y que harán que el reinicio del PC sea más rápido.

Esto no eliminará, claro está, las grandes actualizaciones. Sin embargo estas solo llegan un par de veces al año e incluyen grandes novedades, por lo que su tamaño está totalmente justificado.

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